Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
LA ARGENTINA



Comentario

De la descripción de lo que contiene dentro de sí este territorio


En el capítulo pasado comencé a describir lo que hay en el término y costa de aquella gobernación: en éste lo haré lo más breve que me sea posible de lo que hay a una y otra parte del Río de la Plata, hasta el Mediterráneo; para lo cual es de suponer que en este territorio hay muchas provincias y poblaciones de indios de diversas naciones, por medio de las cuales corren muy caudalosos ríos, que todos vienen a parar como en madre principal a este de la Plata, que por ser tan grande le llaman los naturales guaraníes, Paraná Guazú, como tengo dicho. Y así tomaré por margen de esta descripción el mismo Río desde la mar. Comenzando primero por la parte de la mano derecha, como que por él entramos, que es el Cabo de Santa María, del cual a una isla y puerto que llaman de Maldonado, hay diez leguas, toda rasa y llana, dejando a vista dentro del mar la de los Lobos.

Este Maldonado es buen puerto, y tiene en tierra firme una laguna de mucha pesquería. Corren toda esta isla los indios Charrúas de aquella costa, que es una gente muy dispuesta y crecida, la cual no se sustenta de otra cosa, que de caza y pescado. Son muy osados en el acometer, y crueles en el pelear, y después muy humanos y piadosos con los cautivos. Tiene fácil entrada, por cuya causa no tendría seguridad, siendo acometida por mar.

Más adelante está Montevideo, llamado así por los portugueses, donde hay un puerto muy acomodado para una población, por tener extremadas tierras de pan y pasto para ganados, de mucha caza de gansos, perdices y avestruces. Lleva no muy distante de la costa una cordillera, que viene costeando del Brasil, y apartándose de ella se mete tierra adentro, cortando la mayor parte de esta gobernación, y extendiéndose hacia el norte, se entiende que vuelve a cerrar a la misma costa abajo de la bahía.

De aquí a la isla de San Gabriel hay veinte leguas, dejando en medio el puerto de Santa Lucía. Esta isla es pequeña y de mucha arboleda: y está de tierra firme poco más de dos leguas, donde hay un puerto razonable, pero no tiene el abrigo necesario para los navíos que allí aportan. En este paraje desemboca el río muy caudaloso del Uruguay, de que tengo ya hecho mención, el cual tiene allí de boca, cerca de tres leguas, y dentro de él un pequeño río que llaman de San Juan, junto a otro de San Salvador, puerto muy acomodado; diez leguas de él adelante uno que llaman Río Negro, del cual arriba a una y otra mano están infinitos, en especial uno caudaloso que tiene por nombre Pipirí, donde es fama muy notoria haber mucha gente que posee oro en cantidad, que trae este río entre sus menudas arenas.

Este río tiene su nacimiento del Uruguay, de las espaldas de la isla de Santa Catalina, y corriendo hacia el mediodía se aparta de la Laguna de los Patos para el occidente por muchas naciones y tierras pobladas de indios que llaman Guayanas, parte Chobacas, que son casi todos de una lengua aunque hasta ahora no han visto españoles, ni entrado éstos en sus tierras, mas de las relaciones que de los Guaraníes se han tomado, y corriendo muchas leguas, viene este río a pasar por una población muy grande de indios guaraníes, la cual llaman Tape o Taba, que quiere decir ciudad. Esta es una provincia de las mejores y más pobladas de este gobierno, la cual dejando aparte por el Río de la Plata arriba ciento cincuenta leguas a la misma mano, se va por muchas naciones y pueblos de diferentes costumbres y lenguajes, que la mayor parte no son labradores, hasta las Siete Corrientes, donde se juntan dos ríos caudalosos, el uno llamado Paraguay, que viene de la siniestra, el otro Paraná, que sale de la derecha; éste es el principal que recibe todos los ríos, que salen de la parte del Brasil; tiene de ancho por todo lo más de su navegación una legua, en partes dos. Baja al pie de 300 leguas hasta juntarse con el del Paraguay, en cuya boca está fundada una ciudad, que llaman de San Juan de Vera de las Corrientes, que está en altura de 28 grados, de la cual, y de su fundación y conquista, en su lugar haremos mención.

Luego como por este río se entra, es apacible para navegar, y antes de cuarenta leguas descubren muchos bajíos y arrecifes, donde hay una laguna a mano izquierda del río, que llaman de Santa Ana, muy poblada de indios Guaraníes, hasta donde entra otro muy caudaloso a la misma mano, que llaman Iguazú, que significa río grande: viene de las espaldas de la Cananea, y corre doscientas leguas por gran suma de naciones de indios: los primeros y más altos son todos Guaraníes, y bajando por el sur, entra por los pueblos de los que llaman Chobas, Munuz, y Quis o Chiquis, tierra fría, y de grandes pinales hasta entrar en este del Paraná, por el cual subiendo treinta leguas, está aquel extraño Salto, que entiendo ser la más maravillosa obra de naturaleza que hay: porque la furia y velocidad con que cae todo el cuerpo de agua de este río, son más de 200 estados por once canales, haciendo las aguas un humo espesísimo en la región del aire, de los vapores que causan sus despeñaderos por las canales que digo. De aquí abajo es imposible poderse navegar con tantos batientes y rebatientes que hace con grandes remolinos y borbollones, que se levantan como nevados cerros.

Cae toda el agua de este Salto en una como caja guarnecida de duras rocas y peñas, en que se estrecha todo el río en un tiro de flecha, tomando por lo alto del Salto más de dos leguas de ancho, de donde se reparte en estos canales, que no hay ojos ni cabeza humana que puedan mirar sin desvanecerse, y perder la vista. Oyese el ruido de este salto ocho leguas como una nube blanquísima. Tres leguas más arriba está fundada una ciudad, que llaman Ciudad Real, en la boca de un río que se dice Pequirí; está en el mismo Trópico de Capricornio, por cuya causa es lugar enfermísimo, y lo es todo lo más del río y provincia que llaman de Guairá, tomando el nombre de un cacique de aquella tierra. Doce leguas más adelante entran dos ríos, el uno a mano derecha, que se dice Ubay, y el otro a la izquierda, llamado Muñú, que baja de la Provincia de Santiago de Jerez, de la cual y su población, a su tiempo se hará mención.. El otro viene de hacia el este, donde está fundada 50 leguas por él adentro, la Villa Rica del Espíritu Santo, en cuya jurisdicción y comarca hay más de 200 mil indios Guaraníes poblados, así por los ríos y montañas, como en los campos y pinales que corren hasta San Pablo, población del Brasil; y corriendo río arriba del Paraná, hay otro muy caudaloso que viene de hacia el Brasil, llamado Paraná-Pané, en el cual están muchos, que todos ellos son muy poblados, en especial el que dicen Altibuirá, que tiene por él adentro más de 100 mil indios poblados de esta nación. Nace de una cordillera que llaman Socau, que dista poco de San Pablo, y juntándose con otros, se hace caudaloso, y rodea el Cerro de Nuestra Señora de Montserrat, que tiene de circuito cinco leguas, por cuyas faldas sacan los portugueses de aquella costa mucho oro rico de 23 kilates; y en lo alto de él se hallan muchas vetas de plata, cerca del cual D. Francisco de Sosa, caballero de esta nación, fundó un pueblo que hoy día permanece, y se va continuando su efecto y el beneficio de las minas de oro y plata.

Y volviendo al principal de este río, entra en el otro muy grande; aunque de muchos arrecifes y saltos, que los naturales llaman Anembí. Este nace de las espaldas de Cabo Frío, y pasa por la Villa de San Pablo, en cuya ribera está poblada; no tiene indios ningunos, porque los que había, fueron echados y destruidos de los portugueses por una rebelión y alzamiento, que contra ellos intentaron, poniendo cerco a la villa para asolarla, con que no salieron con su intento. El día de hoy se comunican por este río los portugueses de la costa con los castellanos de esta Provincia de Guairá: más adelante por el Paraná arriba entran otros muchos ríos en especial el Paraná Ibauy, y otro, que dicen sale de la Laguna del Dorado, que viene de la parte del norte, de donde han entendido algunos portugueses que cae aquella laguna tan mentada. Los moradores de ella poseen muchas riquezas, del cual adelante viene este poderoso río por grandes poblaciones de naturales, hasta donde se disminuye en muchos brazos y fuente, de que viene a tomar todo su caudal, según hasta donde lo tengo navegado, el cual dicen los portugueses, tiene su nacimiento en el paraje y altura de la bahía, cabeza de las ciudades del Brasil.